Mi madre quería ser monja, pero la cultura no lo permitía. Ella me inspiró

Nombre: Cosmas Thomas Matete.
Edad: 25 años.
Situación: Seminarista.
Origen: Kigoma, Tanzania.
Estudios: Teología en la Universidad de Navarra, en Pamplona.

Pensé que mi vocación no se realizaría, porque no tenía a nadie para apoyarme

​«Nací en una familia católica de 8 hijos. Soy el ultimo hijo y el único en la familia con oportunidad de estudiar. Cuando tenía diez años, mi madre solía narrarme sobre su vida. Ella quería ser una monja, pero la cultura no lo permitía. Su historia me inspiró y fomentó la vocación que yo tenía antes de sacerdote.

Al cumplir trece años, ingresé al seminario menor, pero antes de terminar la formación, mi madre se falleció. Pensé que mi vocación de sacerdote no se realizaría, porque no tenía nadie para apoyarme económicamente. Pero le conté al rector la situación y cuando mi informe le llegó al obispo, optó por apoyarme. Por lo tanto, él me está ayudando a proseguir con la vocación a través de diferentes formas como la de pedir el apoyo de ustedes.

Sin embargo, no puedo olvidar la ayuda que recibo de la Fundación CARF, en verdad es imaginable, como los miembros de la Fundación se ofrecen ellos mismos para ayudarnos sin esperar ningún cambio. Teniendo cuenta de tan gran obra que realizan, vale la pena agradecerlos y rezar por ellos. Esto también ha aumentado mi sentir de llamada cuando hago reflexión de como otras personas intentan acompañarme de distintas formas con intención de que no me falte algo que me puede causar dejar la llamada que siento como sacerdote.

Finalmente, es muy importante también por mí el ambiente del Seminario Internacional Bidasoa donde vivo, a todos los formadores y compañeros seminaristas. Vivir en el ambiente internacional con un modo de vivir para todos me hace también sentir la universalidad de la Iglesia de que todos somos uno en Cristo.

Que Dios les bendiga siempre en sus trabajos y las obras que realizan para ayudar las vocaciones sacerdotales».

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