Mi sueño: ser un sacerdote bueno, santo y generoso

Nombre: Petro Antony Chacha.
Edad: 37 años.
Situación: Seminarista.
Origen: Mwanza, Tanzania.
Estudios: Teología en el Seminario Internacional Sedes Sapientiae, en Roma.

Su sueño es ser un buen sacerdote para servir a la Iglesia

Petro Antony Chacha es de Tanzania y tiene 37 años. Es el primero de ocho hermanos: dos niñas y seis niños. Fue bautizado y recibió el sacramento de la Sagrada Eucaristía el 24 de diciembre de 1995 con doce años, con una edad bastante avanzada pues, antes del bautismo de su madre en 1993, su familia no era católica. Cinco años después del bautismo recibió el sacramento de la confirmación, pero debido a la falta de registros en su parroquia, tuvo que volver hacerlo en 2010.

Después de la educación primaria, quiso ingresar en el seminario menor y continuar allí la educación secundaria. Desde que había conocido a los sacerdotes y catequistas que trabajaban en su parroquia, siempre se había mostrado muy interesado en servir como monaguillo y en la vida consagrada. Sin embargo, después de la secundaria, cuando se suponía que debía entrar al seminario mayor, experimentó una fuerte crisis vocacional. Esto marcó el comienzo de siete años de sequedad espiritual. "Fue el momento más difícil de mi vida porque no llegaba a tomar una decisión firme sobre mi camino: el sacerdocio y el matrimonio. Por lo tanto, me di un descanso para meditar y discernir la vida a la que Dios me me estaba llamando."

Se matriculó en la Universidad de Dar Es Salaam, donde cursó la Licenciatura en Ciencias de la Educación con especialización en Química y Biología. Un año más tarde, fue contratado por el gobierno para enseñar en la escuela secundaria de Bwiru. "Pero el Señor no se había olvidado de mi e hizo que se prendiera una nueva luz brillante, un llamado a un más fuerte al sacerdocio, que comenzó a brillar de nuevo en mi corazón durante la Cuaresma de 2012. Estando con un grupo de una pequeña comunidad cristiana, fuimos a visitar a las Hermanas Clarisas en su convento. Atraídos por su simplicidad y devoción al Señor, la llamada a entregarme completamente a Dios a través del sacerdocio volvió a brotarse de mi alma, abriéndose como una flor en la primavera. Estaba tan feliz: Dios no se había ido de mi alma, solo se había quedado escondido, discreto, esperando mis tiempos."

En septiembre de 2014 comenzó a estudiar filosofía en el Jordan University College en Morogoro, Tanzania. Tres años más tarde obtuvo su licenciatura y comenzó a estudiar teología en el seminario Segerea de St. Carlos Lwanga, en Dar es Salaam. Estando allí, su obispo le informó que quería que fuese a Roma a estudiar en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz.

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