Fundación CARF

9 febrero, 23

Testimonios de vida

Simon, seminarista de Tanzania: de ingeniero a sacerdote

Simon John Muhangwa es un seminarista de Tanzania que estudia en el Seminario Internacional Bidasoa y es ingeniero. Proviene de una familia muy católica y es el segundo hijo de cinco hermanos: tres chicos y dos chicas. Nos cuenta su vocación.

Simon, seminarista de Tanzania

Simon John Muhangwa en un seminarista de Tanzania que reside en el Seminario Internacional Bidasoa de Pamplona. Pertenece a la diócesis de Mwanza, en el noreste del país, a orillas del Lago Victoria. Tras graduarse como ingeniero civil y trabajar dos años, dejó su profesión para ser sacerdote. Simon nos cuenta su vocación. 

"Nací el 20 de enero de 1992 en el distrito de Magu, en la región de Mwanza. Provengo de una familia muy católica y soy el segundo de cinco hijos: tres niños y dos niñas. Estudié Primaria y Secundaria en la región de Mwanza. En 2010, fui seleccionado para unirme a la educación secundaria avanzada en la escuela Kibiti en la región de Pwani, y en 2012 terminé. Me matriculé en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Mbeya, donde estudié la licenciatura de Ingeniería Civil y me gradué en 2016. Dos años más tarde, comencé a trabajar en en la Agencia de Carreteras Urbanas y Rurales de Tanzania (TARURA) en la ciudad de Dodoma como ingeniero civil. Por mis aptitudes, fui nombrado Ingeniero Profesional".

Atracción hacia el sacerdocio

"No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que me planteé ser sacerdote, pero es cierto que desde joven sentía atracción por el sacerdocio y admiraba a las personas religiosas. Rezar en familia era algo que también me conmovía. Poco a poco, una voz dentro de mí me decía que podría ser algún día sacerdote.

Cuando estaba en la escuela avanzada en Kibiti, pertenecía a un grupo de jóvenes estudiantes católicos y fui seleccionado para ser el líder del grupo. En ese momento, algunos de mis amigos me decían que yo iba para sacerdote. Con el tiempo, esa sensación de atracción y entusiasmo por el sacerdocio empieza a hacer mella en mí".

La ayuda espiritual de los sacerdotes

"Por todo eso, empecé a buscar información sobre el sacerdocio y pedí ayuda espiritual al párroco de mi escuela, el Padre Christian Lupindu, a quien agradezco todos sus consejos. Y tras finalizar los estudios de Secundaria, que realicé en un internado a mil kilómetros de mi ciudad, regresé a casa. Continué con mi discernimiento y compartí esta inquietud con mis párrocos el Padre Bartazar Kesi y el Padre Andrea Beno, ambos misioneros. Sin embargo, al comentar a mis padres mis inquietudes, ellos me aconsejaron que primero estudiara en la universidad".

De ingeniero a sacerdote 

"Allí en la universidad me uní a una comunidad de jóvenes cristianos donde también me nombraron líder del grupo. También fui elegido como presidente zonal de mi universidad. Mi inquietud por el sacerdocio aumentaba y me reuní con un capellán universitario, el Padre Fidelis Damana, también misionero. Su ayuda espiritual fue decisiva en mi discernimiento.

Tras finalizar mis estudios universitarios, regresé a mi parroquia y me invitaron a continuar reflexionando sobre mi vocación al sacerdocio. Tras dos años de trabajo profesional como ingeniero civil, en 2020, fui admitido como seminarista en la diócesis de Mwanza. Posteriormente, mi obispo me envió a estudiar al Seminario Bidasoa en Pamplona". 

Catequesis para la juventud

"En mi país lo principal y más necesario son las catequesis para la juventud. Es una de las tareas que más me ilusiona realizar cuando regrese a mi país. Espero poner al servicio de la Iglesia toda la experiencia que adquirí como líder de los grupos de jóvenes católicos que serví cuando era estudiante tanto en la secundaria como en la universidad.

Además de formarme bien para poder responder a las preguntas en torno a la fe católica, también quisiera ayudar con mis conocimientos de ingeniería y poder llevar la fe en el mundo moderno, ya sea en sectores tecnológicos como de medio ambiente".

Características de Tanzania 

Tanzania tiene una superficie de 945.087 kilómetros cuadrados y limita con el océano Índico, con Burundi, Kenia, Malawi, Mozambique, Uganda, Ruanda y Zambia. El país cuenta con numerosas lenguas locales, predominando el suajili y el inglés. Su capital es Dodoma. La tasa de fertilidad alcanza los 4,59 hijos por mujer. La esperanza de vida es de 59,3 años. La población urbana es del 36,45 %. La composición étnica es de un 95 % de bantúes de 130 tribus diferentes. El país es rico en minas de oro y diamantes. Actualmente hay 63.341.000 habitantes, de los cuales 19.192.000 son católicos, es decir, el 30,3 % de la población, según las estadísticas publicadas por la Santa Sede.

"En mi país lo principal y más necesario son las catequesis para la juventud. Esta es una de las tareas que más me ilusionan realizar cuando regrese a mi país".

Experiencia en Bidasoa

"Cuando llegué a Bidasoa encontré un ambiente muy amable. Al principio fue difícil por el idioma y también acostumbrarme a la cultura española. Pero he recibido mucha ayuda para aprender el español y ahora puedo comunicarme con mis hermanos. Ahora estoy disfrutando muchísimo con tantos seminaristas de países diferentes. Es maravillosos. Estoy muy feliz de estar aquí, y doy gracias a Dios por darme esta preciosa oportunidad de estudiar en la Universidad Eclesiástica de Navarra y reunirme con esta buena gente y compañeros católicos".

Agradecimiento a los benefactores 

"Quisiera agradecer enormemente a nuestros benefactores de CARF el tremendo apoyo que nos brindan en nuestra formación, sobre todo a los seminaristas de Tanzania. Que Dios les bendiga".

Marta Santín 
Periodista especializada en información religiosa.

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